La historia marítima de Chile comienza antes incluso de que el país tuviera plena independencia.


En 1817, en medio de un territorio recién liberado y una economía tambaleante, nació la Comandancia de Marina, primer paso hacia la creación de la Primera Escuadra Nacional. Esta decisión, impulsada por el gobierno patriota y el liderazgo visionario de Bernardo O’Higgins, sería clave no solo para asegurar la libertad de Chile, sino también para liberar al resto de América del Sur.

“Este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar”, sentenció O’Higgins tras la victoria de Chacabuco (1817).

Un desafío mayor que la victoria en tierra

A pesar de la independencia lograda en los campos de batalla, el mar seguía en manos españolas. Chiloé, Valdivia y Talcahuano permanecían bajo control realista, y el virrey del Perú podía enviar refuerzos para reanudar la guerra. Era urgente asegurar el dominio marítimo para consolidar la emancipación y evitar que la Colonia volviera a imponerse.

Sin recursos suficientes y con un país exhausto por la guerra, O’Higgins y su gobierno decidieron emprender la creación de una marina de guerra nacional. Al frente de esta tarea se nombró al teniente coronel Manuel Blanco Encalada, quien se convertiría en el primer jefe de la naciente escuadra.

Manuel Blanco Encalada [Escuadra nacional]

Construcción de una flota desde la nada

En 1818 se estableció formalmente la Comandancia General de Marina, bajo la dirección de Blanco Encalada. Los primeros meses estuvieron marcados por la urgencia: se compraron y confiscaron barcos, se adaptaron naves mercantes y se improvisaron arsenales.
Sin embargo, el mayor obstáculo no era la falta de embarcaciones, sino de marineros capacitados.

Chile carecía de tradición naval, por lo que se recurrió a marinos extranjeros (principalmente ingleses) que se alistaban atraídos por el salario, aunque con frecuencia desertaban para enrolarse en navíos corsarios. Ante esta escasez, el gobierno dispuso el reclutamiento forzoso o “semivoluntario” de pescadores, artesanos e incluso vagabundos.

La primera tripulación chilena fue, en rigor, un mosaico de aventureros, patriotas improvisados y hombres del mar sin bandera. Eran indisciplinados, poco experimentados y en ocasiones violentos, pero su arrojo y tenacidad permitieron que, en medio de la precariedad, Chile levantara su primera escuadra de guerra.

La Primera Escuadra zarpa hacia la libertad

A finales de 1818, y con enormes sacrificios, el gobierno logró organizar la Expedición Libertadora del Perú, una empresa que representaba el ideal de O’Higgins: liberar a los pueblos hermanos desde el mar.

En 1820, los preparativos concluyeron. La Primera Escuadra Nacional, al mando del almirante Thomas Alexander Cochrane, partió desde Valparaíso el 20 de agosto de 1820. Estaba compuesta por: Fragatas O’Higgins y Lautaro, navío San Martín, corbeta Independencia, bergantines Araucano y Galvarino y goleta Moctezuma.

En total, 2.000 hombres formaron parte de esta flota que cruzó el Pacífico llevando consigo no solo cañones, sino un sueño de libertad continental.

Primera Escuadra Nacional

La independencia se aseguró desde el mar

La Escuadra Nacional no fue solo una fuerza militar, pues fue la herramienta que permitió consolidar la independencia de Chile y facilitar la emancipación del Perú. El éxito de Cochrane en el bloqueo del Callao y en operaciones navales decisivas marcó el inicio de una tradición marítima que acompañaría al país a lo largo de toda su historia.

Años más tarde, Manuel Blanco Encalada sería también primer Presidente de la República, símbolo de la continuidad entre la lucha naval y la construcción del Estado chileno.

La creación de la Primera Escuadra Naval de Chile es una de las gestas más notables de la historia nacional. No nació del poder, sino de la necesidad y la visión: un país sin marineros, sin barcos y sin recursos decidió mirar al océano como su destino.

El mar fue, desde entonces, la extensión natural de la independencia chilena. Y Chacabuco, Maipú o el Callao quedaron unidos por la certeza de que la libertad no se sostiene solo en tierra firme.

Resumen 📚

Creación: 1817 (Comandancia de Marina)
Primera Escuadra Nacional: 1820
Primer jefe naval: Manuel Blanco Encalada
Primer almirante: Thomas Cochrane
Naves principales: O’Higgins, Lautaro, San Martín, Independencia, Araucano, Galvarino y Moctezuma
Objetivo histórico: Asegurar la independencia marítima de Chile y contribuir a la liberación del Perú

Reflexión final

La historia de la Escuadra Nacional nos recuerda que la libertad también se conquista navegando. En los astilleros improvisados, entre hombres anónimos y mares indómitos, nació una de las hazañas más inspiradoras de Chile: La voluntad de dominar el océano para liberar un continente.

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