Este museo nace como una invitación a la reflexión sobre los atentados a las personas ocurridos en Chile durante el período de la Dictadura Militar
Poniendo énfasis en la idea de que estos hechos no se vuelvan a repetir y también en el respeto de los Derechos Humanos, en uno de los muros que están junto a la Plaza de la Memoria (lugar de acceso al museo) se encuentran, diseñados en cobre, los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que nuestro país firmó y que fue aprobada por la ONU el 10 de diciembre de 1948. Desde 1950, ese día se conmemora como el “Día de los Derechos Humanos”.
Hasta aquí todo puede parecer frío por la solidez del cemento y lo vacía que puede estar la explanada de acceso la mayor parte del tiempo, pero al ingresar las paredes se vuelven emisoras de emociones, representadas en fotos y artículos. En el hall hay un mapa del mundo realizado con fotos de distintos países que nos recuerdan que estas atrocidades no sólo se cometieron aquí, sino que en muchas partes del planeta. También se exhiben más de 80 imágenes de memoriales, que son homenajes a las personas que sufrieron torturas, desaparición o muerte a lo largo Chile.
También en este primer piso se pueden ver los informes de las diferentes comisiones de investigación relacionadas con las violaciones a los Derechos Humanos en Chile (Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, 1991; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, 1996, y Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, 2004). Estas comisiones entregaron, oficialmente, escalofriantes datos, por ejemplo más de 28.000 compatriotas sufrieron alguna tortura durante el Régimen Militar…
Siguiendo por el primer piso está el sector denominado “Once de Septiembre”. Ya los pelos se ponen de punta con las imágenes y audios de ese día que cambió el curso de la historia nacional; podemos ver circular a Allende, Pinochet y Merino, entre otros, con los movimientos militares de esa mañana; conocer o recordar la declaración en cadena nacional de la Junta de Gobierno, etc. También aquí está el microcine.
La muestra del Museo de la Memoria está organizada cronológicamente, con cuidada información y presentación que dan cuenta cabal de cada período o momento. Podemos ser testigos de cada etapa, de cómo se enfrentó el nuevo régimen y cómo las personas se fueron uniendo para terminar con los abusos. Vemos el actuar de la iglesia, la condena internacional, los allanamientos, cómo la prensa trata de denunciar, etc.
La visión de los niños
Uno de los lugares más impactantes: Objetos utilizados para torturar a sus propios compatriotas. Y muy cerca, la visión y el dolor de los niños, expresados en cartas, escritos y directos dibujos de cómo veían esos años, de cómo sus padres son secuestrados o viven en carne propia los crueles allanamientos. Vale la pena agregar que según las comisiones investigadoras hubo cientos de niños y niñas torturados, desaparecidos o asesinados…
De a poco aparecen los movimientos sociales con más fuerza y decisión. Ya han pasados 10 años del Golpe Militar y una buena parte de la población no soporta más. Los medios de comunicación siguen siendo censurados, y los clandestinos folletos son una buena fuente de información que de a poco van tomando regularidad en revistas y diarios. En 1986, ocurre un atentado contra el Presidente Pinochet y la represión toma nueva fuerza y se declara estado de sitio, pero ya la sociedad no es la misma.
Según la constitución de 1980, se debía realizar un plebiscito 8 años después para decidir si se continuaba con el mismo régimen o no. Con la posibilidad de recuperar la perdida democracia, los partidos políticos opositores se ordenan y crean la Concertación de Partidos por la Democracia. Se reabren los registros electorales y un inédito 92.1% de la población mayor de 18 años concurre a inscribirse para participar de la elección.
El fin de la Dictadura
Llegamos a ese 1988 con las campañas enfrentándose abiertamente. El “SI”, que opta por que Augusto Pinochet siga siendo presidente por 8 años más con su eslogan “Chile, país ganador” pierde frente al “NO” y “La Alegría ya viene”, por lo tanto se llama a elecciones democráticas para 1989. En 30 de julio de 1989 se realiza un plebiscito en que se aprueban 54 modificaciones a la constitución, preparando el camino a la democracia. Cabe señalar que la represión aún no cesa.
Así, el 14 de diciembre de 1989 se realizan elecciones presidenciales y parlamentarias, luego de casi 17 años. El triunfador es Patricio Aylwin, representando a los partidos de oposición. Con esto se termina la Dictadura, que hasta marzo de 1990 sigue aprobando decretos leyes que refuerzas su institucionalidad autoritaria.
Todo este trozo de historia reciente es lo que podemos encontrar graficada audiovisualmente en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. En el subterráneo están las salas multiuso y un completo Centro de Documentación. En el tercero están las arpilleras, el Centro de Documentación Audiovisual y también se exhiben muestras temporales.
Está ubicado en Matucana 501, frente al Metro Quinta Normal (verde) en Santiago. La entrada es liberada y atiende de Martes a Domingo entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde. El Centro de Documentación atiende de Lunes a Viernes entre las 10 y las 5. El Centro de Documentación Audiovisual de Lunes a Viernes ente las 10 y las 5 y media.
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