Ni fundada ni construida ni gracias al Hombre, la Portada se levanta imponente en medio del mar.
Ubicado al norte de Antofagasta, se accede por un camino que sale de la ruta entre esa ciudad y Mejillones. Dicho camino lleva a la famosa playa Juan López y al Parque Nacional Morro Moreno, pero antes de eso nos presenta un paseo peatonal que termina en el mirador ubicado sobre un acantilado, constituyendo un atractivo monumento natural. Desde este lugar podemos ver la Portada y, de fondo, la ciudad de Antofagasta el sur y un poco de la península de Mejillones al noroeste.
Formado con el paso del tiempo, la acción de las olas del mar y el viento han confeccionado una preciosa obra esculpida en rocas de más de 100 millones de años, que alguna vez estuvieron en el fondo del mar y emergieron gracias a presiones de las corteza terrestre. Debe su nombre a la forma típica de su estructura, que tiene 43 metros de alto, 23 de ancho y 70 de largo.
El acantilado tiene las huellas claras de su pasado submarino, en el cual se constatan muchísimos estratos de arenisca (horizontales) alternados con capas de conchas fósiles. Se accede a él por una escalinata desde el mirador mencionada hasta la playa, pero actualmente el acceso está restringido, con el objetivo de cuidar de mejor manera el monumento.
El área protegida de 31 hectáreas resguarda la playa, el acantilado, cavernas y, por supuesto, el arco de roca que le da el nombre. Hay un Centro de Educación Ambiental (CEA) de Conaf y varios paneles informativos.
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