Fue un proceso de transformación del agro chileno que se desarrolló entre los años 1962 y 1973, y que supuso la redistribución de un porcentaje significativo de las parcelas de tierra nacionales.
La reforma agraria se inició bajo el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, con la promulgación de la ley 15.020. Su objetivo fue la mejora de los niveles de producción agrícola a través de la paulatina modificación de la tenencia de la tierra. Esta política debía operar mediante el reagrupamiento de los minifundios y la compra de latifundios mal explotados, apoyándose en un paralelo mejoramiento de las condiciones sociales y culturales de los pequeños propietarios y de los trabajadores campesinos. En la práctica, se demostró que la reforma iba a tener un desarrollo a largo plazo, pero frenado por los limitados recursos del Estado.
Más tarde, los problemas derivados del déficit en la producción de alimentos, insuficiente para equilibrar la demanda de la población, llevaron a la administración del presidente Eduardo Frei Montalva a impulsar una reforma más amplia y operativa, capaz de acelerar el proceso y de cumplir la meta programática: promover, en los seis años de gobierno, la aparición de 100.000 nuevos propietarios agrícolas. Empezó por obtener, como condición previa, la modificación constitucional del derecho de propiedad, lo que permitió un proceso expedito en las expropiaciones.
Nueva ley
El 26 de abril de 1966 fue promulgada la nueva ley de reforma agraria, cuyos criterios básicos fueron, entre otros: la incorporación de los campesinos a la propiedad de la tierra que trabajaban; la promoción de los campesinos y sus familias para lograr su incorporación a la vida social, cultural y política de la nación; el mejoramiento de la productividad agrícola en todos sus niveles; la reforma del sistema de manejo y aprovechamiento de las aguas, y la restructuración de los organismos públicos que cumplían funciones relacionadas con la agricultura. Además se consiguió un tope en las expropiaciones de latifundios, reservándose al propietario una superficie de hasta 80 hectáreas de riego básico. Entre 1965 y 1970 fueron expropiados en todo el país 1.319 predios con un total de 3.408.788,3 hectáreas.
En los predios expropiados, se procedió a la organización de los Asentamientos de Reforma Agraria; etapa de preparación de los campesinos para la adquisición de la propiedad que duraba entre tres y cinco años. En esta etapa se iniciaron huelgas y tomas de predios que enfrentaron a la sociedad agraria.
Durante el gobierno de Salvador Allende Gossens, el proceso de expropiaciones se aceleró bruscamente y estuvo asociado a una gran efervescencia debido a la presión de sectores revolucionarios y organizaciones campesinas, a través de más de 2.000 tomas directas de los predios. Bajo el gobierno de la Unidad Popular, la expropiación llegó a más de cuatro mil predios y sumó más de 6 millones de hectáreas… El orden latifundista de los últimos cuatro siglos había concluido.
A partir de 1973, la dictadura militar devolvió gran parte de los predios a sus antiguos propietarios y en otros se constituyó propiedad privada. Estos modernizaron la producción y los campesinos se transformaron en proletarios.