El Presidente Federico Errázuriz Zañartu inaugura las instalaciones ubicadas entre las calles Catedral, Compañía, Bandera y Morandé.
El arquitecto Claude Brunet de Baines fue parte importante en el desarrollo de la idea del edificio del Congreso Nacional, pero su muerte en 1855 supuso un breve retraso, que se subsanó con el contrato firmado en Francia entre Lucien Henault y el gobierno chileno, a fines de 1856. Un año más tarde se inició su construcción en terrenos que habían sido de los jesuitas. En 1860 la construcción se detuvo… por falta de recursos.
Un hecho que marca a la ciudad ocurre mientras aún estaban suspendidas las obras: El incendio de la iglesia de la Compañía el 8 de diciembre de 1863. Esos terrenos, contiguos al nuevo edificio, se utilizarían como los jardines del Congreso. En homenaje a las víctimas de la tragedia, se construyó una columna con una virgen de bronce, obra del escultor Carrier Belleuse.
Las obras se reiniciaron en 1870, a esas alturas Lucien Henault ya había renunciado, así es que el trabajo lo continuó el chileno Miguel Aldunate. Hubo que reconstruir algunas partes y modificar otras, hasta llegar a la inauguración en 1876. Un incendio en 1895 obligó a nuevas reparaciones. Luego, el terremoto de 1906 también le ocasionó daños, y fue el arquitecto Alberto Cruz Montt quien dirigió esta etapa de reconstrucción.
Este edificio del Congreso Nacional serviría para el trabajo legislativo de las cámaras (Diputados y Senadores) hasta el 10 de septiembre de 1973. Actualmente alberga diferentes actividades parlamentarias y el congreso funciona en Valparaíso, en un edificio inaugurado en 1990.