Al atardecer del 13 de junio de 2005, un gran sismo sacudió las regiones de la zona Norte de Chile.
Se lo llamó el Terremoto de Tarapacá de 2005, y alcanzó 7,9 de magnitud en la de Richter (ML). Faltaban 15 minutos para las 7 de la tarde del 13 de junio, cuando se produjo el movimiento con epicentro 115 km al noreste de Iquique y a una profundidad de 114 kilómetros.
Al ser de origen intraplaca se descartó un tsunami, pero fue tan fuerte que se sintió desde la región de Coquimbo por el sur de Chile hasta São Paulo, en Brasil. las zonas más afectadas estuvieron en la provincia de Iquique, con muchos rodados y daños en los poblados interiores. Huara resultó con inmensos daños (también se conoció este evento como «Terremoto de Huara»), la carretera Panamericana y las rutas que conectan el Altiplano quedaron cortadas. Varios monumentos nacionales se fueron al suelo, por ejemplo la iglesia de San Lorenzo de Tarapacá, que ya tenía varios siglos, quedó reducida a escombros.
Las muertes apenas sobrepasaron la decena de personas; poco, considerando la magnitud del sismo, pero esas son las pérdidas más grandes en catástrofes como esta. ¿La reconstrucción? Muy lenta, pero eso no es novedad. Ese 13 de junio será tristemente inolvidable.